En la fértil de una y otra llanura, abundantemente regada en su parte inferior por los dos ríos que delimitan esta civilización, se produjo muy pronto la sedentarización de los pueblos nómadas que pasaban por allí convirtiéndose en agricultores y desarrollando una cultura y un arte con una sorprendente variedad de formas y estilos.
Con todo, el arte en general mantiene bastante unidad en cuanto a su intencionalidad, que da como resultado un arte un poco rígido, geométrico y cerrado, pues, ante todo, tiene una finalidad práctica y no estética, se desarrolla al servicio de la sociedad.